Después de construcciones de agosto, llegó a la oficina una pequeña donación de unos 500+ libros para los barrios en donde está el plan de educación. El único hueco que tenemos propio que podemos decir que es del plan se vio completamente lleno de libros. Primero tuvimos que meterlos en cajas... no más para organizarlos y no tener que nadar en ellos. (Claroooo, porque estaban literalmente botados, por aquello de economía de espacio (?) )Utilicé así muchas horas de mi existencia organizando, clasificando, e incluso llevándome libros porque a ver, si está Guerre et paix pues tú sabes que esa edición rota en francés te sirve más a ti en casa que en un barrio, so be it, muchos libros también resultaron en mi biblioteca, incluyendo uno que quiero quemar y ver cómo salen todos sus demonios...
Se titula Marihuana "Yerba maldita", con comillas y todo. Ya sabrán ustedes lo simpáticas que me parecen las comillas. Me lancé cual pre-adolescente al libro para saber qué maravillas sobre la marihuana podían salir de un libro de aspecto viejo. Lo abrí e inmediatamente cayó en este jodido estupendo capítulo:
LA MARIHUANA Y EL HOMOSEXUALISMO
"El homosexual de por sí es un individuo depravado y sin escrúpulos, a menudo usa de todos los trucos y artimañas para lograr satisfacer sus instintos sexuales anormales.
¿Qué tal una combinación de homosexual y marihuano? ¡Algo terrible! ¿Verdad? Indigno, sucio y bajo. Desafortunadamente muchos homosexuales son grandes consumidores de narcóticos y de marihuana. Bajo su acción cometen los más atroces atentados contra el individuo y la integridad de su sexo, sin que existan barreras de edad, hora o lugar. Esta combinación homosexual y marihuano, es algo que hasta el hombre normal aunque sea marihuano repudia. La marihuana con sus efectos embriagantes y narcóticos le permite llevar a cabo su cometido entre adolescentes a los que incita a fumar la marihuana y una vez enviciados a la yerba, los obliga a ser sus concubinos. Este adolescente marihuano e incitado al homosexualismo comienza a verstirse llamativamente y a usar aditamentos y afeites impropios para su sexo. Se hace cada vez más extravagante y termina en homosexual y corruptor de menores. Otras veces el homosexual no se extralimita en estas características feminoides sino que por el contrario se enmascara con las típicas del sexo masculino para así no llamar la atención de sus víctimas.
El consumo de la marihuana, puede fácilmente transformar una persona sexualmente normal en un homosexual, porque altera muchos de los intintos inferiores, dentro de ellos el sexo. Bajo la actuación de la hierba, el instinto sexual se puede aplacar o exaltar notablemente. Como la persona no puede usar correctamente su voluntad o su poder de decisión, al estimularse su instinto sexual, ejecuta cualquier tipo de actividad, ya que no puede discriminar si está bien o mal hecho. Es impulsado por una fuerza superior a realizar actos, que probablemente no estén de acuerdo con su conciencia moral, que bajo la acción del tóxico se afecta notablemente. Ha perdido todo sentido de lo que es responsabilidad y no se puede explicar porque ejecuta actos que jamás realizaría en condiciones normales.
Esto es muy cierto, especialmente entre adolescentes con mentes aun en formación y sin la más mínima visión de la maldad e infamia del homosexual que no se manifiesta como tal, sino cuando los efectos narcóticos de la yerba están en su apogeo, cuando el individuo ha perdido el poder de ser quien es. El instante en que ha dejado de ser hombre, para convertirse en NADA, en nada más que en un despreciable homosexual".
¡Hágame el hijueputa favor!. Ni les muestro el capítulo de Marihuana y prostitución, que así de verídicos, científicos, serios y nada moralistas son sus postulados, los del señor éste. Un querido paisa que le dedica el libro a su mamá como agradecimiento por ayudarlo a ir por buen camino. Qué-mierda.
Habría tanto para decir, pero eso ya es perder el tiempo, como hago yo contándoles esto e indignándolos un poquito más. Chao.
NO ME CHINGUES LA PERRA
ReplyDeletediria mi amiga sam