Gris
Posó las patas sobre el cristal y comenzó a maullar.
Frente a sus ojos se disolvieron las imágenes de una
avenida poco concurrida y su dueño, corriendo tras el
vehículo que lo llevaba lejos, tan lejos que tal vez no
podría regresar. Los olores eran extraños en aquella
zona, los bigotes esta vez no servirían de nada.
Su dueño siguió corriendo, lo vio rendirse tras unas
cuadras, lo vio caer al suelo y en el suelo reventar su
celular, imaginó la voz de la otra dueña llamando por sus
bigotes.
Sintió un agujero en el pecho peludo, de ese agujero
emergió un sonido el cual hizo estallar todos los vidrios
del transporte, hizo gritar a las señoras, hizo que el
chofer perdiera el control del volante.
Desde aquel día su cuerpo cambió, las llamas inundaron
sus pequeños ojos. Ahora se esconde entre los camellones,
envuelto en un pelaje gris y mugriento, simulando un
trapo viejo. Aún recuerda lo que le hicieron esos
malditos seres de cuatro llantas, aun maúlla cuando pasa
un pesero y hace que este estalle contra algún muro de
contención, a manera de venganza. Aun sigue buscando el
camino de regreso a casa.
-Ashauri.
Gracias a Juma por mostrarme Gris.
Me enamoré de Gris.
ReplyDeletePor cierto, hay un post inspirado en uno de tus post en mi blog. Pásate, espero que al menos te saque una sonrisa.
(Tu me manques.)
Anul: Gris me duele, y mucho :(
ReplyDeleteY sobre tu post, creo que ya hice los comentarios al respecto.
Tu me manques aussi!