25.2.17

Once in a while.

Hace poco alguien nuevo me dijo que no había conocido a alguien tan feliz como yo. A alguien que tan fácilmente le transmitiera esa alegría y que eso veía en mí: pura alegría.

Me emociona escuchar ese tipo de cosas sobre mí y a la vez me asusta. Digo, ¿será que lo estoy fingiendo? Y sé que no soy yo quién hace esa pregunta, es una parte, esa ridícula y estúpida parte que quiere estar triste, deprimida, aburrida. Esa que de vez en cuando tengo que invitar a pasar, a hacer visita para que pase rápido, sin tocar mucho por aquí o por allá, para que no deje manchas.

Cuando me deprimía en el colegio sentía esas ganas ardiendo dentro de mí, esas absurdas ganas de estar triste, como si eso fuera lo único que podía ser. Y a veces se sienten de nuevo, a veces se siente como tanta felicidad le choca a esa parte y busca entrar y sabotear y dañar. A veces quisiera no sentirme tan sola y saber que alguien más siente lo mismo, que se siente igual, que "a todos nos pasa once in a while" pero no sé si es que la gente se lo calla, la gente anda muy dormida y ni reconoce su alegría o su tristeza o es que simplemente estoy jodida.

23.2.17

Idea de vacío.

Ignoremos por un momento que la música está fuerte, que tengo té, una panza llena y muchas cosas en la mente. Olvidemos que la música no sólo está fuerte sino que logra transportarme, hacerme viajar I don't know where, que el té es un gran estimulante (y a la vez depresivo) para mí y que, bueno, odio dormir con una panza llena. Dejémonos llevar por la idea de vacío desde hace una semana, por la idea de certeza que tengo y mi falta de interés por todo. ¿Qué tengo con eso? ¿Alguien con miles de sensaciones porque sí? Hoy no es un día para ignorar, hoy no es la noche para olvidar y mucho menos para dejarme llevar por ideas erróneas. Hoy es un día más de los tantos que están por venir y a los cuales me permito soltar el miedo, soltar el control y dejarme conducir. Hoy quiero creer que soy el puente de algo y no pretendo detener esta circulación divina, hoy alejo la resistencia de mí y me uno a ello que es más grande que yo, porque sabemos que siempre, si me lo permite, estaré a su servicio. Siempre.

2012.

21.2.17

Maybe I just wanna be yours.




Sonaba música random el sábado y salió Wanna Be Yours de los Arctic y pensé en el 4 de julio. Creo que no hay otra canción que me haga pensar más en ti y más en ese día, en lo mucho que ya te quería y te deseaba. En lo mucho que quería ser tuya, así fuera por un par de horas.

Ese día y esa canción me recuerdan lo odioso que era pensar que te irías muy lejos pero lo necesario que se me hacía porque no podía soportar no ser tuya. Aunque no creyera en poseer a nadie ni ser de alguien. Sé que te prefería lejos si no te podía tener, si no me podías tener.

Ahora sí estás lejos, bien lejos y te siento cerquita. Aún no pierdo esas ganas de ser tuya, cada día. Y ojalá así sea. Aún nos falta coincidir en espacio.

19.2.17

Tabby.

Ayer quise dormir, descansar un poco y ver si de pronto, sólo tal vez el sueño volvía a ser más fuerte que yo y me despertaba doce horas después. Luego de leer un capítulo más y de cerrar los ojos más de una vez sentí que era necesario dormir, no entiendo por qué cuando ya estoy en la cama el sueño desaparece. No entiendo.

Así como tampoco entiendo por qué al cerrar los ojos y tratar de dormir la primera imagen que se vino a la cabeza fue ver a Tabby muerta en mis manos cuando la saqué de la bolsa en donde la habías metido para luego enterrarla en el hueco que hice en la tierra y me dí cuenta que tenía sangre seca en uno de sus oiditos, cuando haberla llorado por una hora no había sido suficiente y ver la sangre y sentir su cuerpo inerte me derrumbaron más y me hicieron sentir poca cosa. Miserable, si se me permite la palabra.

Ese día leí en "It feels so good when I stop." que hay días que parecen de picnic, maravillosos, pero que intuitivamente sabes que algo saldrá mal. Ese día leyendo ese párrafo (y releyéndolo, porque resonó mucho en mí) no pensé que todo fuera a salir tan mal. Tan así.

Ese día murió Tabby. Ese día murió un pedazo grande de mi amor por ti también, porque aunque ese día entendí que podía confiar en ti al 1000% pues no habría nada en el mundo que me ocultaras (ni el hecho de haber matado a mi gata), ese día no sé por qué no quise entender que estabas dispuesto a hacerme daño. Que eras capaz y si era necesario, lo harías.

Ese día mataste a Tabby y decidí, una vez más, sentirte lástima y decir pobrecito tú, "tuviste que hacerlo porque no te puedes controlar". Ese día me mataste a mí también. Pero hasta ahora me doy cuenta.

Espero estar sacándote de mi sistema de una vez por todas. Ya no quiero más imágenes como esa en mi cabeza. Y no quiero llenarme de rabia y sentir que dejé y te permití tener tanto poder en mí, que me manipularas tanto, que te permitiera matar a esa cosita hermosa que me acompañaba todo el tiempo mientras escribía mi tesis y te permitiera matar tantas cosas de mí misma. Ojalá no me hayas jodido tanto la vida. Y ahora tengo miedo.