29.5.12


Fuck me for always getting into situations like this.

24.5.12

Todo el tiempo.

Texto: Jhon Jairo Pinzón y Lyds.


Darío. Lenguas extranjeras IV semestre.



Iván. Lenguas extranjeras. III semestre.



Lyds. Lenguas extranjeras. IV semestre

No tengo palabras para explicar lo que se sintió provocar que más de 15 personas, dentro de la cafetería de universidad se quitaran sus camisetas, desnudaran su torso y se dejaran "tatuar" con el nombre de nuestro colectivo Orgía del conocimiento. No tengo palabras para tener por fin, el tan jodido grupo que siempre quise para discutir sobre sexo y sexualidad. 

20.5.12

That was two (five) years ago this May ♪♪

Hoy recordé que en el 2OO7, el 2O de mayo también fue un domingo y que el 21 fue lunes festivo. Me acordé no porque mi memoria sirva para acordarme de esas mamadas, pues. Me acordé porque ese lunes festivo de ese año amanecí con novia y sintiéndome gay. Y borracha, tenía resaca y todas esas jodas también. Revisé mi antiguo blog (en donde ustedes sí comentaban, morbosos voyeristas) y me encontré con una entrada que viene con dedicatoria y toda la cosa. 

Escrito el 31 de mayo de 2O1O titulado: That was two (three) years ago this May ♪♪


20 de Mayo 2007, Los quince años de una amiga (aaaah mugrosa tradición, excelente excusa para tener alcohol)

Mucho baile, muchos "coctelitos que no embriagan pero saben una delicia" (sí, cómo no) y muchos besos que se daban una amiga y su novio. Se veía tan rico que me daban ganas de meterme en el medio, pero me dí cuenta que sería incómodo que me besaran los oídos así que desistí de esa idea.

Resultamos, el pequeño grupo de amigos de la quinceañera, con una botella de Ginebra. Los que nunca han probado ginebra, es como probar alcohol ese que venden el las farmacias, pero como más dulce. O qué sé yo, yo ya estaba ida, tan ida que me la pase diciéndole a una amiga: "mariiiiiiiiiiiiiica estoy borracha... y es su culpa" A pesar de que ella, lo único que me había dado era una manzana, que me comí cual David Hasselholff devorando una hamburguesa.


21 de Mayo, madrugada.

Remix de canciones, grupito de baile adolescente ridiculizándose en el medio de la pista de baile. Oh sí, Lyds estaba ahí. Tum, de un momento a otro suena Girls de Beastie Boys y me rio. Me rio mucho porque hacía mucho no escuchaba esa canción y me  e n c a n t a, es tan rara que... ay no sé, luego, al final del día esa canción recobra un nuevo significado.

De regreso a mi casa con mi mejor amiga "porque ya es muy tarde y es mejor que te vengas pa' mi casa", y yo que tenía tantas ganas de seguir tomando, me llevo lo que queda de Ginebra para mi casa, so la continuamos con mi amiga en mi alcoba, gritándole al mundo entero (léase, a los vecinos) que "coñooo ella es mi mejor amigaaaaaa y hip.. y sí, eso." Ya me coge el sueño, las palabras ya no hacen conexión y mis ojos se empiezan a cerrar y le digo a mi amiga que se meta YA a la cama porque yo, que apago las luces y nos vamos a dormir o a dormir!... Abajo luces y que empiece la función.

21 de Mayo, por la mañana.

Un puto dolor de cabeza me invade... la cabeza. Una extraña sensación de que "algo" había sucedido en la madrugada también me invade, pero mis recuerdos sólo llegan hasta cuando apagué la luz. 'Besos', es lo primero que me pasa por mi mente... NOOOOOO, no mames, yo no pude haberme besado con ella... ¿o sí? y de pronto. PUM flashbacks, sí besos, pedidas de noviazgo y no sé qué más. OH POR DIOS YO QUÉ HE HECHO. No sé por qué algo me dice que me revise los brazos que ahí están todas las respuestas que necesito. Ni madres. aún así recuerdo haber escrito algo, o firmado algo, ¿pero dónde escribí?  Tengo miedo, pero lo quiero disimular. Mi amiga se despierta y yo, para empezar mi plan "anoche no pasó nada" le empiezo a hablar de mis gatos. La historia a través de los años con los gatos que Lyds ha tenido. Y blah blah blah. Creo que hablé por una hora y no resisto más: 

-Anoche escribimos algo...¿dónde está?
- Pooor fin, pensé que no me ibas a hablar de eso.
- ¿Qué es eso de que debería tener algo escrito en mis brazos?
- jajaja mira, cuando me pediste que fuera tu novia sabías que se te iba a olvidar, o bueno, pensabas que a mí se me iba a olvidar entonces me dijiste que lo escribieramos en un lugar donde lo vieramos apenas nos levantaramos y tu dijiste que en los brazos...
- ... y yo te dije luego que en los brazos no porque si alguien entraba y los veía, nos pillarian.
- Exacto.
- (Cara de WTF???) ¿Dónde están las hojas donde escribimos eso? (empiezo a recobrar la memoria, poco a poco)
- Aquí.

Decían lo siguiente:

Hoy 21 de mayo Lyds me ha pedido que sea su novia y yo le dije que sí 
y fima por aquí, firma por allá. 
(letra de borracha, porque sí, yo no era la única. Y sí, decía más... pero ya pasaron 3 años, no recuerdooo bien U_U) 

De nuevo, la canción de los Beastie Boys vuelve a mi cabeza. Girls, all I really want is girls. And in the morning it's girls 'cause in the evening it's girls.



En fin, me tomaron varios días para darme cuenta que el trago sólo había sacado esas ganas de estar con una mujer, esas ganas que tenía desde que era pequeña. Y también me tomó hasta el 9 de Junio de ese mismo año volver a besar a quien era mi novia, pues antes la pena me estaba carcomiendo. Sí, tenía miedo de besar a mi novia. La pequeña Lyds de 14 años que tenía esos mismos años anhelando besar a una mujer, tenía miedo de besar a la que era su novia. Si no hubiese sido porque ella me forzó (de una forma muy bonita) cuando me apagó el monitor y  las luces, yo no habría vuelto a besar a ninguna mujer.

Y ahora, no hay quien me pare jajajajaja.

Mujeres, ustedes besan delicioso muy bien. He dicho.

Dedicado a Pez, que ha dado su primer beso lésbico.


15.5.12

Por favor

En serio, no me pidan entender a mi papá. No me pidan entender a ese señor que se atreve a decir que "ese tipo se lo merecía, bien hecho" refiriéndose al ex-ministro que jodieron en el atentado con la bomba hoy, muy cerca de mi U.

No puedo dejar de pensar que ahí, en ese momento, cuando sonó esa bomba y la profesora explicaba por qué una proposición verbal atributiva podía jugar a ser clasificativa o calificativa, ahí en ese momento unas personas dejaran este plano terrenal. Creo que por joder a ese "man" que "se lo merecía" no es justo que las familias, o quién sea que haya amado a esas personas que ahora no están, tengan que aguantarse su ausencia. No, no tengo ningún rollo con los que murieron, porque ya, ya se fueron y sé que deben de estar mejor. Pero no es justo que quienes hayan quedado con ese "Te quiero", "Te amo" y "Perdón" en sus labios ahora no lo puedan pronunciar con esa persona al frente. Tal vez una enseñanza, una muy fuerte para esas personas. Sólo no me parece justo.

Y no, no me pidan entender a mi papá que cree que estuvo bien que por atentar con la vida de ese hombre (sea uno de los involucrados en casos de corrupción en gobierno Uribe) otras personas tengan que darse un estrellón tan feo sobre la importancia de ciertas personas en su vida. Y el miedo, jugar con el miedo de muchos de nosotros. No es justo y mi papá... no me pidan entenderlo, para mí es mucho, casi siempre, porque me duele que me recuerde que hay muchos como él en este mundo, que en casa estarán pensando lo mismo o tal vez algo peor.


14.5.12

Nueve. Y porque a veces es bueno cerrar con un número impar.


"Cerró los ojos en la fusión total, rehuyendo las sensaciones de afuera, la luz crepuscular... Al abrir los ojos (tal vez gritaba ya) vio que se habían separado. Ahora sí gritó"
Lejana. Julio Cortázar.

9

Su piel picaba de nuevo, bajo esa comezón de cambio de piel. No sentía dolor, pero le incomodaba, se la quería arrancar, necesitaba hacerlo. Le dio miedo que fuera tan literal como lo estaba sintiendo, y quiso verse todo el cuerpo. Aunque estuviera tarde y ya quisiera descansar el lunes más bizarro de su vida, quería saber si debía o no quitarse la piel para aliviar la comezón.

Fue al baño, para mirar si en su pecho había marca alguna de cambio de piel. No sabía muy bien como lo hacían las serpientes, pero en algún lugar de su cuerpo se tiene que ver cuando empieza a caer. Se acercó al espejo y se revisó el pecho. No tenía nada, ni marcas, ni colores, ni nada. Su piel color canela y nada más. Pero no fue eso lo que la impresionó, la conversación con su madre había hecho que olvidara por completo que hoy en la mañana, había perdido el reflejo y que ahora, no sabe cuántas horas después, pudiera verse el pecho sin ningún problema.

Se alejó del espejo asustada, como lo hizo en la mañana y una vez más revisó el espejo con sus manos. Su reflejo estaba ahí, o lo que ella creía que era su reflejo. Había algo diferente, se recorrió el cuerpo como se lo permitía el espejo y trataba de reconocerse. Reconocía la piel, la ropa, pero la cara, los ojos, parecían otros. No dudó en tocarlos con las manos. Realmente los reconocía, pero había algo diferente en la mujer que ahora tenía al frente.

La miró a los ojos fijamente, buscando alguna respuesta que esa extraña boca se negaba a regalarle. La miró prácticamente sin parpadear, tenía miedo de perder la imagen, tenía miedo de empezar a reconocerse y ver de nuevo a la misma Alejandra.  El reflejo es tan fuerte que seduce, atrae y mata. Hace que ella muera ahogada en su propia imagen reflejada porque hay algo totalmente diferente en mí y no sé cómo describirlo. No puedo desprenderme de la imagen que tengo al frente, de reconocerme al ver esto nuevo. De ver la sonrisa, la risa, una piel nueva y hasta voz. Puedo hablar por mí y ser yo. Soy yo que me uno al cuerpo y me siento cómoda, como si fuera nueva la piel que éste tiene. Me sonrío, porque me invade una extraña sensación de felicidad. Lloro. Se siente bien, como aquello que grité anoche, porque no quería más estar encerrada. Y sé que me desaparecí por un rato, y a lo mejor me extrañó, pero debía encontrarme en el cuerpo que quería, en uno que me permitiera hablar por mí y me dejara ser libre.


Yo salí, pero a la anterior imagen tuve que dejarla en el espejo. Tal vez no le haya gustado, no lo sé. No puedo preguntarle porque es ella la que no tiene voz, y su sonrisa a medias y cabeza llena de preguntas sin responder no conocen nada. Yo tengo respuestas y busco las preguntas. Yo tengo el sol tatuado en mis pupilas y mis ganas de morder el mundo cada vez que salgo a él. Si supieran lo bien que se siente salir, amarían encerrar su otra imagen. Yo lo hice, y ese miedo tibio que se había apoderado un poco de ella empieza a salir ahora con esa sensación de la garganta, sale con lágrimas. Lágrimas cálidas que vienen muy de adentro y salen con el deseo de no volver. No las quiero. Ya estoy afuera.

"Mi cara estaba pegada al vidrio del acuario, mis ojos trataban una vez más de penetrar el misterio de esos ojos de oro sin iris y sin pupila... sin transición, sin sorpresa, vi mi cara contra el vidrio en vez del axolotl vi mi cara contra el vidrio, la vi fuera del acuario, la vi del otro lado del vidrio. Entonces mi cara se apartó y comprendí"
Axolotl. Julio Cortázar.

Por ahora.

Le conté a mamá sobre el comentario de mi hermano. No sé, no sé por qué. No porque seamos familia, eso no viene al caso. Sentí esa necesidad de presentar una queja con alguien que podría, podría importarle, sin embargo su rostro inexpresivo me dejó con todas las dudas en la piel. Ni siquiera dudas sobre lo que le conté, la inoportuna pregunta de mi hermano (que ni fue directamente hecha a mi, pero que tuve la desdicha de escuchar). Igual, no estoy sorprendida conozco mis dudas y mis límites. Lo que me asusta es lo mucho que me conozco y cuántos paradigmas giran alrededor de eso que soy. Esa yo que hace y deshace y sabe que siempre hará y deshará (?) porque se conoce pero que no sabe por qué, por qué hará o dejará de hacer de esa manera. Aprendí, entre tanto escarbar y observar, aprendí a dejar de vivir con algunos miedos y culpas. Porque un día, una noche fría, jodidamente fría y con el peso de dos malísimas noches en mi cabeza, y muchas, muchísimas copas de algún vino en mi sistema me prometí no sentir culpa y la quemé. La poca que quedaba entre vino y sueño la quemé en un papel que se fue rápidamente de este lugar para volverse humo que tuve cuidado de no respirar, no fuera que la culpa quemada volviera a mi sistema por medio de mi respiración. Tengo mis miedos aún, esos que me retan a joderme la vida un poquito más día a día (por aquello de no querer una vida fácil, por eso digo joder, espero entiendan)

Me siento en un extraño sueño, no sé si es el exceso de comida en mi ser. Me siento asqueada y sé que es del mundo. Hoy me levanté con ese sabor y sí, quisiera culpar a los residuos de sangre que tengo por la cirugía, pero es que este sabor a hierro va más allá de la sangre que a veces sale (o qué sé yo, en otra vida seré odontóloga), pero no, no puedo culpar eso, este sabor amargo que no me deja en paz y me produce asco de todo lo que estoy viendo. Sorpresa, es como si tuviera sinestesia de la mala, que cada acto que veo en la calle produjera en mi boca un sabor, y que lastimosamente en la calle no se vean cosas bonitas. Ni se escuchen. Que me obligue a cantar en un bus porque me estresa la voz de la mujer que habla al lado mío y me produce un sabor asqueroso que no puedo pasar, porque ya no tengo nada que beber en mi maleta.

No sé, hoy quiero escribir y las palabras salen como se les da la gana, al parecer. Yo las quiero dejar salir y ojalá pudiera entender algo. Tal vez me siento igual de perdida a usted y eso, al menos, nos hace juntarnos en nuestra ignorancia para hacernos compañía. Me gusta, ya estoy cansada de estar sola. Por ahora.

13.5.12

Poco se sabe

Yo no sabía que
no tenerte podía ser dulce como
nombrarte para que vengas aunque
no vengas y no haya sino
tu ausencia tan
dura como el golpe que
me di en la cara pensando en vos.

Juan Gelman.
Que mi hermano esté preguntando por las personas que me he comido...


Joder, ¿dónde carajos quedó... no sé, eso que se perdió, eso de humanidad que él tenía, que SUPONGO, él tenía?

Me quiero ir de esta casa, lejos, muy lejos de él... Momento, yo todavía tengo garantizados años de vida en el techo paternal. ¿Y si te vas, hermanito indeseable? ¿Sí?



7.5.12

En este viaje estoy sola, sólo tengo su voz y su mano para decirme que deje los prejuicios, que confie y que me deje ir. No tengo más. En este viaje estoy sola, en este viaje estoy sola.


"yo no soy tu maestro, tú eres tu maestro y lo haces re bien" Gracias, F.

Ocho.


8

Lo único que se escuchaba en esa fría cocina era el sonido del vino siendo servido en las copas. Ella no paraba de sonreír, pero no porque tuviera motivos, sino porque era su única forma de aguantar esas ganas de reír. Terminó de servir y volteó para decir lo primero que saliera de su boca, como venía haciendo en toda la mañana, así fuera un absurdo Salud, en brindis al silencio incómodo o a la risa incontrolable.

-No tienes que dar explicaciones. Entiendo- le dijo su mamá.

Ella ignoraba totalmente de qué hablaba su madre, por un momento pensó que a lo mejor en su casa el fenómeno se daba para todos y su mamá también había perdido el reflejo, la sombra y tal vez algo más.

-         No sé qué me dirás ahora, pero estás en toda la libertad de hacerlo, y yo de aceptarlo y escucharlo- le decía su mamá sin apartarle la mirada-. Pueden suceder cosas que aún no entiendas, pero que son inevitables, los gritos anoche lo confirman. Lo que llamaste es muy fuerte.

Si su hija no estaba perdida antes, aquí ya la conversación se le salía de la risa y de las manos. 
-         Gracias por el vino. Brindemos, que ya es hora-, y de un sorbo, el vino en la copa de su madre se acabó.

Era cierto, el vino ayudó a quitar el miedo de la mirada de su madre, pero porque éste estaba viajando ahora por todo el torrente sanguíneo de su hija. Un miedo cálido, un miedo que quería abrigarla y que era suavemente refrescado por el vino rojo.

Terminó su copa de vino y se sirvió para ellas otras dos. Brindaron porque sí y volvieron a tomar. A su mamá ahora la abrigaba un aura de tranquilidad, una tranquilidad que le picaba a su hija en los ojos, porque una imagen como esa asustaba. Nunca habría imaginado ver a su madre de aquella manera. Desde pequeña siempre la recordó con miedo, con odios y muchos sufrimientos. Tal vez por las frecuentes salidas de su padre, por tener que cuidarlas a ella y su hermana o porque simplemente, como le parecía a ella, su madre era un ser de sufrimiento y miedo. Sin embargo, esa noche de lunes su madre parecía otra, como si, en su ausencia, se arrancara el miedo que tenía encima, como si cambiara de piel.

Piel. Recordó su comezón que en todo el día la seguía y se aliviaba un poco al hablar, pero que ahora le picaba más porque su madre había sido quien tomó la voz en la conversación más extraña con ella. Sabía que culpar el vino era una salida muy fácil, en su adolescencia su madre había tomado lo suficiente como para aguantar cinco botellas de vino. Dos copas no le harían daño. Además, sus palabras fueron antes de esas copas. Sus palabras venían de otro lugar.

5.5.12

Drogarme y  hacer caras frente a un espejo como aquel día. Porque sí y porque no.

O3.1O.O9